viernes, 9 de marzo de 2012

CLAVES PARA UNA BUENA COMUNICACIÓN CONYUGAL


Mucha gente se sorprende hoy ante una pareja que se siente feliz y realizada a través de su vida conyugal, luego de numerosos años de matrimonio. Lo aún más asombroso es que el secreto de su éxito no está fuera de nuestro alcance, y radica en su estilo de comunicación. Si bien somos seres individuales, no somos islas independientes uno  de otros. Por medio de la comunicación, nos relacionamos con los demás y establecemos vínculos.


El diálogo constituye un puente que nos conecta con los que nos rodean. Poder compartir emociones, sentimientos, preocupaciones, miedos o problemas.
Sin embargo, la comunicación no es fácil, es una arte que se debe practicar continuamente. Comunicarse en el matrimonio es mucho más que hablar. Es poder expresar o transmitir libremente los pensamientos y las emociones con sencillez y honestidad, teniendo en el cónyuge un buen receptor.
CONSECUENCIAS DE LA MALA COMUNICACIÓN:
Estudios recientes han demostrado que los matrimonios infelices poseen defectos en su comunicación: mostrando más interrupciones, críticas y quejas, y soluciones negativas, menos sinceridad y menos sugerencias positivas que las parejas felices.
Muchas de estas parejas recurren a lágrimas, enfado, frialdad, rechazo o evitación en lugar del diálogo.”Los problemas matrimoniales provienen de una misma fuente: la falta de comunicación, lo que genera una falsa tolerancia enfermiza que lleva a que cada miembro de la pareja viva de forma independiente”.
El correcto diálogo acorta distancias entre los cónyuges, fortaleciendo el vínculo.
CLASES DE COMUNICACIÓN:
Existen varias formas de comunicar sentimientos. Una de ellas es por medio  de los gestos, de la mímica del rostro, de la postura del cuerpo, el tono de voz, etc.
Cuanto más estrecha sea la relación  entre las personas, más importancia tendrá este tipo de comunicación no verbal.
Pequeños actos de bondad y amor tienen un poder que jamás podemos subestimar. Apenas el toque de una mano, una sonrisa amable, una caricia, pueden operar maravillas.
Otra forma de comunicación es verbal y , en el matrimonio, las palabras pueden edificar como  destruir la relación.
La comunicación constructiva es la que es respetuosa, abierta y transparente, y que aporta un crecimiento a la pareja.
En esta clase de comunicación ideal  se dejan de lado los rencores los rencores, las acusaciones y las exigencias, para asumir las propias responsabilidades, logrando un diálogo productivo. Para  este tipo de comunicación conyugal es indispensable ser sinceros y pacientes, guardando el respeto mutuo.
La incomunicabilidad y la desavenencia que se genera solo pueden acarrear más discrepancia y discordia. Muchas de las palabras dichas con furia continúan lastimando toda la vida.
TENDAMOS PUENTES:
Si bien las dificultades pueden generar conflictos y patrones negativos de comunicación en la pareja, deberíamos esforzarnos para que el matrimonio  funcione como amortiguador de esas experiencias difíciles, mediante el apoyo y el diálogo.
Todos sabemos que, a medida que transcurren los años, las  personas van  cambiando, por lo que una pareja, por más tiempo que conviva, nunca termina de conocerse. El diálogo nos ayuda a conocernos o “reconocernos” a diario. Esto ayuda a sentirnos comprendidos, aceptados, importantes y útiles.
 La comunicación, como todas las cosas importantes, se construye poco a poco. Y, aunque  entenderse lleva su tiempo, el diálogo es indispensable para lograr el éxito en el matrimonio, al crear un puente de unión entre los cónyuges.
“La comunicación no es solo hablar sino también saber escuchar”.
OBSTÁCULOS EXTERIORES
*Ocupaciones y horarios: a menudo no coinciden, se pasa poco tiempo con él cónyuge.
*Distracciones: televisión (sobre todo en el almuerzo), celular, internet.
 * Intrusiones de otras personas: Se debe buscar el lugar y la hora convenientes. Incluso, en ocasiones, los hijos pueden ser un obstáculo para la comunicación conyugal.
OBSTÁCULOS INTERIORES
*Malas experiencias: Miedo a  repetir fracasos, sentimientos de incomprensión.
*Comunicación incorrecta: Gritos, regaños, violencia, perjuicios.
*La prisa y la impaciencia: impiden que se establezca una actitud abierta y predisposición a escuchar.
*Temas de conversación: Hablemos de lo que hacemos y no de lo que somos, eso no da oportunidad de conocerse mejor y revela la falta de contenido interior.
*Rasgos de carácter: Inseguridad, baja autoestima, que generan incapacidad de abrirse al otro.


15 CONSEJOS PARA COMUNCARSE MEJOR
1 Recuerde la amistad en la relación.
2 No trate temas importantes durante los momentos de tensión del día.
3 Trate un solo asunto a la vez y evite las generalizaciones, tales como “siempre hace todo mal”, “nunca me escuchas”, “todo es tu culpa”, etc.
4 No deje problemas sin resolver o resentimientos ocultos.
5 Escuche con atención y sin interrumpir.
6 Evite comunicar con ironía y sarcasmo. Es mejor hablar de causa o problemas que de culpas.
7 Haga peticiones, no exigencias. Recuerde el “por favor” y el “gracias”.
8 No divulgue los sentimientos compartidos por su cónyuge.
9 No prejuzgue la situación ni culpe a su cónyuge sin haberlo escuchado.
10 Cambie no solo sus palabras, sino también su comportamiento. Relájese y evite ponerse nervioso.
11 Trate de decir todo con calma y paciencia.
12 Exprese su opinión y luego espere.
13 Acepte la opinión del otro: el querer tener siempre la razón no es dialogar.
14 No castigue con el silencio: esto no hace más que distanciar a uno del otro y no resuelve el inconveniente que se está teniendo.
15 Escribe una carta, en caso de que le cueste expresar libremente  sus emociones y sus pensamientos.

Si quieres o piensas algo, no dudes en dejarnos tu comentario.

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